Nota: Todas las fotos mostradas en el blog, excepto los mapas, fueron tomadas por mí con una cámara digital estándar. Uno solo necesita una cámara y el sur hace el resto.

22 oct 2010

El Viaje de Ida a San Martín de los Andes

Nuestro viaje de ida fue, sin duda alguna, una de las innumerables grandes experiencias del viaje. No es que nunca haya ido antes a Bariloche, y si alguno de los lectores fue sabe que el camino es increible una vez que uno se interna en la cordillera. El camino a San Martín de los Andes es muy parecido, y aún mejor.

Llenos de entusiasmo y con las mochilas pesadísimas, nos subimos al omnibus que nos depositaría 25 horas después en la ciudad de San Martín de los Andes. No hay nada más relajante que, al haber sufrido tanto tiempo de organización, logística, gente que quiere venir a último momento, y otras locuras, saber que ya está todo en marcha: yo no tengo que hacer nada más y el ómnibus está circulando.

Esa noche dormimos poco: estábamos demasiado animados para dormir. Todavía no recuerdo dónde estábamos cuando viajábamos de noche: si en alguna parte de La Pampa o de Río Negro. Lo cierto es que, el ómnibus cruzó una fierisima tormenta eléctrica. Yo vivo en Buenos Aires, pero tengo mis kilómetros de viajes, y nunca en la vida tuve el privilegio de ver una tormenta semenjante.

Los truenos de los rayos se oían literalmente dentro del ómnibus, y uno podía ver cómo caían los rayos en el campo, que se iluminaba con una luz azul, reflejando la inmensidad luminosa que tenía arriba. Los rayos no eran sólo rayos: eran cadenas de rayos consecutivos que duraban 2 o 3 segundos, constantemente iluminando el cielo y la tierra, con fulgores tan fuertes que no dejaban dormir. La majestuosidad y el asombro por la naturaleza que me inspiró el cielo esa noche, fue sólo una de las sorpresas que nos regaló el firmamento del sur, aunque todavía faltaban varias.

El resto del viaje fue tranquilo, la tormenta se discipó pero cuando llegamos a Junín de los Andes, escala que hace el omnibus antes de meterse entre las montañas por la ruta hasta San Martín, el cielo se volvió a cerrar amenazadoramente, y no se volvería a abrir hasta dentro de varios días.

EL trayecto Junin - San Martín tiene una excelente vista a los lagos y montañas: aunque el camino de ripio que bordea las montañas está rodeado por árboles altos, se puede ver bien en varias partes el paisaje. Este fue nuestro primer golpe de vista a la geografía del sur, y no podíamos esperar para bajarnos y acampar.En esta etapa del viaje éramos cinco personas, faltando el Sr. Francisco Barilati que se nos uniría en villa traful unos diez días después.

Llegamos a San Martín de los Andes el 28 de Diciembre a la tarde; con una llovizna fría, un viento helado, y sin un lugar donde dormir.

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